Algún día iremos todos al Paraíso… pero hasta entonces aprovechemos y exploremos desde ahora los paraísos terrestres…
Breve introducción a los paraísos fiscales
Existen numerosos paraísos fiscales pero no todos ellos valen para todo. Cada uno posee su especialidad característica, que en ciertos casos es múltiple. Esto, a menudo incita en el marco de una optimización fiscal global, a combinar varios países, con el fin de optimizar a la vez la imposición personal y la imposición de las actividades profesionales. Un gran número de empresas se han interesado por los paraísos fiscales sólo después de darse cuenta de que pagaban demasiados impuestos y de que debían optimizar su carga fiscal para ser más rentables o simplemente viables.
Comprobamos una evolución notable en la utilización de los paraísos fiscales: la anticipación. En efecto, cada vez más empresas miran hacia los paraísos fiscales para crear una sociedad offshore, en el mismo momento de su creación, escogiendo cuidadosamente la jurisdicción más interesante.
Esta elección depende del sentido común, como nos lo hizo ver Lord Upsohn (Cámara de los Lores, 1976): «…ningún hombre de negocios en posesión de sus facultades mentales emprenderá actividades empresariales sobre una base distinta a aquella que consista en pagar los menores impuestos posibles. «
¿Cuál es la utilidad?
A pesar de la legitimidad de los paraísos fiscales, conviene ser prudente con su uso. Que el lector no espere poder escapar de una presión fiscal demasiado grande encargando una sociedad offshore que le será entregada en forma de kit y por unos cientos de euros a través de Internet.
En el peor de los casos, los documentos de incorporación de la sociedad offshore serán falsos de pleno derecho y dicha sociedad constituida existirá tan sólo en la imaginación de quien la haya comprado. En el menos desastroso de los casos, la sociedad offshore si será real pero estará casi siempre mal constituida ya que el despacho que suele haber detrás del sitio Internet utilizará muy raramente los servicios de abogados expertos para el registro de sus empresas en las diferentes jurisdicciones.
Ese despacho, por otro lado, no estará amparado formalmente por el secreto profesional y caerá ante la menor presión de control de la autoridad si cometió errores de este tipo.
Por ello, la autoridad fiscal se interesará por los beneficiarios de cualesquiera sociedades offshore constituidas, y aunque aquellos no sean al final más que víctimas de una mala e incompetente gestión, no por ello serán menos molestados.
¿Cuántos contribuyentes debieron hacer frente a graves problemas fiscales que aparecieron por una utilización irracional de los paraísos fiscales? Por eso, es realmente importante confiar en un equipo de expertos. Podemos ayudarles.
